Segundas vueltas en la operación: Cómo impactan en la eficiencia logística

Segundas vueltas en la operación: Cómo impactan en la eficiencia logística.

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¿En qué consisten las segundas vueltas? ¿Cuáles son las restricciones más comunes a las que se ven enfrentados los planificaciones de rutas de despacho?

Te invitamos a leer la siguiente nota en donde haremos una reflexión acerca de las segundas vueltas y su impacto silencioso en la última línea de tu negocio.

Cuando hablamos de despachos de última milla de carga, hemos visto –en varias oportunidades– que las empresas realizan vueltas múltiples, y esto puede comprometer la eficiencia del servicio y el total costo de operación.

Pero ¿Qué son las segundas vueltas y por qué generan ineficiencias?

Las segundas vueltas son una práctica habitual que tienen muchas empresas principalmente para aprovechar al máximo los tiempos en que se tienen disponibles los vehículos y conductores e incluso de reducir flota.

El término de segundas vueltas (y terceras, cuartas, etc) se utiliza cuando se les asigna más de una ruta de despacho a los vehículos en un día o jornada de trabajo. Siendo cada vuelta compuesta por las rutas que atienden que demandan el despacho de los productos.

Hasta aquí todo bien. El problema ocurre cuando se desaprovechan oportunidades de hacer los despachos con rutas más largas, las que presentan ahorros directos en la cantidad de kilómetros totales y utilizan mejor el tiempo de la jornada laboral.

En la imagen, se puede ver un ejemplo donde a la izquierda se tienen dos rutas asignadas a un vehículo mediano que en suma requiere de 45 kilómetros para realizar las entregas. Por otra parte, para estos mismos clientes, usando un vehículo más grande se logra hacerlo en 30 kilómetros, lo que es un ahorro del 50%.

Adicionalmente, se tiene que hay un ahorro en tiempo ya que el vehículo grande solo debe ser cargado una vez, mientras que el mediano debe retornar a ser cargado en cada vuelta. Sumado a esto, y a que muchas empresas pagan a sus transportistas por la cantidad de vueltas o kilómetros recorridos, es que reducir la cantidad de vueltas va directamente alineado con la reducción de costos.

Restricciones: ¿Por qué no es tan fácil obtener operaciones sin segundas vueltas?

En algunos casos estas segundas vueltas se deben a una falta de planificación del sistema logístico o simplemente por la costumbre de que “siempre lo hemos realizado así”. Ejemplos de estos hay varios, pero una de las más comunes es la regla de la “cantidad máxima de clientes por ruta”, las cuales comúnmente se originan en operaciones que no cuentan con sistemas de optimización de rutas y deben hacer la planificación manualmente mediante planillas.

Este tipo de reglas por lo general genera una serie de ineficiencias ya que limita artificialmente el número de puntos que puede tener una ruta, aumentando fuertemente el número de segundas vueltas necesarias y el costo total. Por lo mismo, siempre recomendamos derribar estos mitos mediante pilotos o simulaciones de una operación sin esta restricción que muestran que es posible operar de una forma más eficiente.

Sin embargo, cuando nos planteamos hacer más eficiente nuestro sistema operacional, hay que considerar que también existen diferentes restricciones que hacen que las empresas utilicen estas segundas vueltas de forma justificada. Aquí te explicamos dos de las más comunes:

  • Tamaño de flota de vehículos:

    Esta restricción ocurre cuando contamos con una flota de capacidad limitada que no nos permite trasladar la carga en una sola vuelta que ocupe toda la jornada de trabajo, lo que hace necesario recurrir a dar más vueltas por vehículo.

Para esto, siempre es útil recordar que una ruta se puede “llenar” tanto por carga (kilos o volumen), como por tiempo. Esto implica que vehículos pequeños o jornadas laborales reducidas limitan la cantidad de clientes y tiempo en el que se pueden despachar, generando rutas más cortas y por ende un mayor número de segundas vueltas.

  • Ventanas de tiempo en clientes:
    La restricción de ventanas de tiempo es la exige que ciertos clientes sean visitados solo en horarios específicos (ej. entre 10:00 – 12:00 AM). Con esto, se pueden dar casos en los que, al momento de planificar rutas, sea más difícil juntar clientes cercanos dado que por ejemplo unos tienen ventanas horarias en la mañana y otros en la tarde, lo que fuerza a realizar más vueltas para atenderlos.

En la flexibilidad está la eficiencia

Si la restricción es que el tamaño de tu flota no te permite disminuir tu cantidad de vueltas, es recomendable evaluar si la flota es la adecuada para la operación logística, ya que un mix óptimo de vehículos se podría traducir en una reducción importante en la cantidad total de rutas necesarias.

Por otro lado, en cuanto a las ventanas horarias, recomendamos gestionarlas correctamente con los clientes y el equipo comercial, ya que esto permitirá dar más libertad a la optimización logísticas, reduciendo por lo general el número de vueltas totales.

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